Un hombre decide contratar los servicios de una prostituta a domicilio. Llega la señora en cuestión, y le dice que si le hace "algo especial", le pagará el doble.
Ella, encantada, le pregunta si puede acceder a su frigorífico. Él acepta, y la profesional se va a la cocina y vuelve al dormitorio con una bandeja llena de cosas.
Se desnudan, y la incertidumbre provoca que él en seguida se "disponga" para el juego.
Ella coge un bote de nata en spray, y agarrándole el miembro le planta un reguero bien denso de nata a lo largo, recreándose en hacer dibujitos. Después abre un bote de guindas en licor, y le coloca cuatro o cinco encima de la nata, en fila. Posteriormente, coge unas fresas y, cortándolas en dos, las intercala entre las guindas, y finalmente, adorna todo con un buen chorro de sirope de chocolate.
Deja la bandeja a un lado y se arrodilla para empezar el "trabajito especial".
Pero va él y le da un empujón:
-¡¡Aparta de ahi, coññññño!!! ¡¡¡Esto me lo como yo sólo, aunque me parta el espinazo!!!