Auto Stop
Publicado: Lun Abr 01, 2013 04:44
"Noche de perros" en una olvidada carretera secundaria; viento helado, lluvia, truenos y relámpagos. El autoestopista no imaginaba peor escenario para alcanzar su próximo destino. Son escasos los vehículos que aparecen y ninguno se atreve a detenerse. Providencialmente, cuando las plegarias comenzaban a tornarse juramentos, y el apuro era ya desesperación, aparece un "turismo" que atiende su señal de auto stop.
"Muchísimas gracias. Creí que me quedaba ahí, tirado, toda la noche..."
El conductor del automóvil, hombre de unos 50 años, de gesto serio y áspera mirada, asiente con la cabeza al agradecimiento, sin mediar palabra alguna.
"Qué suerte he tenido... ¿Cómo corresponder a este buen hombre que tanto se ha solidarizado conmigo? El recorrido será largo hasta la próximo pueblo, y quizá un poco de conversación sería agradable para él:
Puedo mencionarle la política... Yo soy de izquierdas. Si se da el caso que él sea de derechas... ¡La tenemos armada! Muy posible que me eche del carro."
Le puedo hablar de fútbol... Yo soy del BarÇa. Pero como él sea vikingo y le entre la vena cuernabeu, me echa del carro, seguro.
Si le comento de mujeres... A mí me gustan las rubias. Puede ser que a él le gustan las morenas, le entre la piquilla tonta y me eche del carro..."
No se le ocurre qué decir, no sabe de qué hablar... Derrotado por la duda y su propia inseguridad, se "arranca" con un socorrido e inconsciente: "Pues sí, hombre. Pues sí..."
Fuuuuuu!!!!!! Frenazo brusco del coche... Y por fin, se escucharon las primeras palabras del conductor: "¡PUES NO..! ¡FUERA DEL CARRO!"
"Muchísimas gracias. Creí que me quedaba ahí, tirado, toda la noche..."
El conductor del automóvil, hombre de unos 50 años, de gesto serio y áspera mirada, asiente con la cabeza al agradecimiento, sin mediar palabra alguna.
"Qué suerte he tenido... ¿Cómo corresponder a este buen hombre que tanto se ha solidarizado conmigo? El recorrido será largo hasta la próximo pueblo, y quizá un poco de conversación sería agradable para él:
Puedo mencionarle la política... Yo soy de izquierdas. Si se da el caso que él sea de derechas... ¡La tenemos armada! Muy posible que me eche del carro."
Le puedo hablar de fútbol... Yo soy del BarÇa. Pero como él sea vikingo y le entre la vena cuernabeu, me echa del carro, seguro.
Si le comento de mujeres... A mí me gustan las rubias. Puede ser que a él le gustan las morenas, le entre la piquilla tonta y me eche del carro..."
No se le ocurre qué decir, no sabe de qué hablar... Derrotado por la duda y su propia inseguridad, se "arranca" con un socorrido e inconsciente: "Pues sí, hombre. Pues sí..."
Fuuuuuu!!!!!! Frenazo brusco del coche... Y por fin, se escucharon las primeras palabras del conductor: "¡PUES NO..! ¡FUERA DEL CARRO!"
