En un vuelo transoceánico viajaban un testigo de Jehová y un paisano asi del tipo Torrente.
Vino la azafata ofreciendo algo de beber y el paisano pidió un whisky doble. Y el caballero ¿que desea tomar? le preguntó al testigo de Jehová. Este airado respondió: Antes de manchar mi boca con el alcohol prefiero que la peor prostituta de Babilonia se abalance sobre mi y me sumerja en el vicio y la depravación.
El paisano se le queda mirando y dice: Joder, si se puede cambiar, yo tambien quiero una de esas.